Por: Miguel Vallejo (8ºA)
Cuando piensas en algún invento revolucionario, ¿qué se te ocurre? Tal vez la rueda, los barcos, el internet o el celular. Pero hay muchas creaciones sin las que, aunque no lo parezca, sería más difícil vivir, como el cierre, el velcro y la crema dental. Ahora, emprendamos un viaje por la historia y veamos qué creaciones merecen más aprecio.
El primer invento al que le quiero dar protagonismo son las calles. Existen desde que hacemos ciudades, y ambas cosas han evolucionado conjuntamente. En la antigüedad, se usaban para facilitar y acelerar el transporte, y vaya que servían bien su propósito. Parte del éxito del imperio romano se debía a sus calles de concreto, que hacían el movimiento de un lugar a otro increíblemente efectivo. Hoy en día, estas mismas ayudan a los automóviles a moverse fluidamente. Sin ellas, los carros se atrancarían, ya que el suelo descubierto no proporciona la estabilidad del pavimento.
Otra creación que pienso que merece un reconocimiento es el botón. Un simple botón, almacenado en una sastrería, espera a ser usado para arreglar el pantalón de todos los desafortunados que perdieron su botón de adelante y ahora deben sostener su pantalón para no pasar pena; con esta situación, por muy cómica que sea, podemos apreciar la importancia de este invento. A pesar de su pequeño tamaño, une nuestra prenda para poder cubrirnos y hasta protege todo lo que se encuentre en un bolsillo de alguna mano pícara.
El próximo invento que resaltaré es el vidrio. Otra idea de los romanos, el vidrio es utilizado para una gran variedad de cosas, desde mesas y botellas hasta estatuas y ventanas. Con un solo material, se logra almacenar, proteger y decorar. Pero como si eso no fuera suficiente, también se usa para un producto de suma importancia: las gafas. Una gran cantidad de personas en el mundo tienen impedimentos de visión que podrían ser problemáticos, pero, gracias a las gafas, no tiene que preocuparse.
El último invento que voy a destacar es el lápiz, esa pequeña barrita de madera que usas todos los días para escribir y garabatear en tus cuadernos. Si no fuera por el lápiz, no tendríamos la base para el portaminas y el lapicero. Solo imagina cómo sería el colegio con plumas y tinta en vez de un práctico lápiz. Extraño, ¿no? Otro beneficio que presenta este objeto es la posibilidad de borrar fácilmente y no tener que tomarse una eternidad agitando el corrector y aplicándolo. Por último, es fácil de conseguir, haciéndolo aún más práctico para el estudio.
Ahora que te he dado ejemplos, te invito a que busques por tu casa y veas las cosas que usas todos los días, sin percatarte de que sin ellas no podrías vivir igual. Recuerda: todos los inventos cumplen un propósito y aunque parezcan inútiles para algunos, siempre estarán ahí para mejorar tu calidad de vida.
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