Por: Luisa Lotero (10ºB)
¿Qué puedo hacer si mi corazón revolotea
cada que mira tus ojos que parecen la marea?
Pues parece ser que nada hay más placentero
que un azul que no es de uno, lo lleve a uno al cielo.
Y, ¿qué más remedio podría yo tomar
que ese azul en ti siempre intentar evitar?
Si cuando te veo, como no puedo evitarlo,
surgen sentimientos y lo que hago es ahogarlos.
¿Cómo no hacer lo que el corazón me implora?
¿Cómo no hacer algo por mi alma, que te adora?
Te tengo tan presente en mi mente que te añora,
y en mi corazón que por ti late a cien por hora.
El resultante de esto es verme siempre acorralada
entre sentimientos, en versos que me tienen ya cansada.
Entonces te lanzo una mirada que luego se esconde
porque no puedo hacer nada y nuestro amor no corresponde.
No tengo nada para escribir que no sea tuyo;
te metiste en mi cabeza como una mariposa a su capullo.
Puede que no notes este amor que yo te tengo
o que lo ignores y cada día intentes detenerlo.
No sé si somos nosotros o si soy yo sin compañía;
es todo lo que me pregunto desde que oí tus buenos días.
No puedo parar de pensar en esa pequeña posibilidad,
pero todavía me pregunto: ¿por qué no te dejas amar?
Quizá un bello nosotros no sea tan lejano,
y el pensamiento que yo tengo ya no sea tan profano.
Imagina en nuestras cartas al poner el redactario,
Firmar con un "te amo" o de otro modo extraordinario.
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