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Un héroe sin capa: Iván Gómez luchando por la humanidad

Actualizado: 28 may 2020

Por: Valeria Zuleta (8°B)


Testimonio del doctor Iván Darío Gómez, un médico colombiano que estuvo en la primera línea en contra del Coronavirus en Barcelona, España, uno de los lugares más afectados por la pandemia.

Cuando terminé mi residencia en anestesiología en la Universidad de Antioquia, solicité hacer una rotación o una formación en anestesia de trasplante de órganos en el Hospital Clínico de Barcelona. Estuve casi un año formándome en trasplantes, después volví a Colombia a trabajar en el hospital San Vicente de Paúl en el área de trasplante hepático. Y posteriormente hice otra formación en España de anestesia cardiovascular. Tras eso decidí quedarme aquí, trabajando en Barcelona en el área de anestesia general y cardiovascular.


Esto del Coronavirus a todos nos cogió muy por sorpresa, es una cosa que nadie, ni ningún país o sistema sanitario o médico ha vivido. No estábamos preparados, no estábamos concientizados y no creíamos que iba a tener este alcance. La verdad nos hemos ido dando cuenta poco a poco de qué es lo que ha sido. Es una enfermedad nueva que ha salido hace unos meses y sabíamos poco de su evolución, de qué tipo de afectación hacía a los pacientes, de cómo tenía que ser el manejo. Entonces ha sido todo como ir aprendiendo poco a poco con muchos temores por ser contagiado, más cuando ves gente joven enferma, de tu misma edad o mucho más joven en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) intubados o incluso que hayan fallecido a causa de complicaciones de la enfermedad. Ha sido algo muy complicado.


Uno toda la vida se prepara para esto, para la medicina, para atender y ayudar a los pacientes; pero nunca se piensa que nos vamos a meter en una situación parecida a una guerra. No estamos obligados, pero te van a sacar un poco de tu área habitual de trabajo. Por ejemplo, yo soy anestesiólogo y básicamente las cirugías se dejaron de hacer. Nuestros quirófanos se convirtieron en camas de cuidado intensivo y nos tocó estar con los pacientes del virus. El sentimiento es ese, es como una guerra de supervivencia, de intentar cuidarte para no infectarte o infectar a tu familia, de que los pacientes vayan bien, de Intentar que la enfermedad no se propague; pero a final de cuentas que los pacientes que están en la unidad de cuidados intensivos la mayoría salgan bien. Intentar no pensar mucho en las consecuencias, en estos momentos difíciles hay que pensar más en las cosas positivas.


La clínica donde trabajo yo es el Hospital Universitario donde todo tuvo que triplicarse. Las camas de UCI, equipos de protección, respiradores etc. Y durante el periodo que estuvimos con pacientes muy críticos había momentos en los que los medicamentos necesarios se agotaban y teníamos que cambiarlo por otro. Es que no estábamos preparados para lo que venía, no fue como decir “vamos a enfrentarnos a una gran cantidad de pacientes críticos y con antelación conseguir los medicamentos suficientes para lo que se viene” no, se iba trabajando con lo que había. Sobre todo con los medicamentos de sedación para las personas que teníamos intubadas, en eso sí lo noté bastante. Había que tener más máquinas de ventilación mecánica. Todo fue apareciendo y debíamos irnos adaptando a lo que teníamos.


En España el aislamiento ha sido la medida de prevención más llamativa y efectiva. El dejar a la gente en su casa, sacar a los niños del colegio y ampliar la capacidad sanitaria al máximo en camas de UCI. Las medidas de desinfección de los buses y áreas comunes fueron después.


Los médicos tenemos los equipos de protección individual. Básicamente el riesgo de ese virus es que te entre por via orofaringea o nasofaringe, o por los ojos porque las lágrimas en principio también van a la nariz y la faringe. El virus no tiene la capacidad de entrar por piel, si tú tocas el virus no te infectas, el problema es cuando tu mano después de tocar el virus te la pasas por la cara o te rascas la nariz o tienes contacto en boca con tu mano infectada. Entonces los equipos de protección individual básicamente lo que tienen son unas batas impermeables, unos tipos de mascarilla con una protección de nivel alto que son las que llaman FFP3, gafas de protección de la cara y los ojos, gorro y doble guantes, que los usamos cuando vamos a tener contacto con pacientes positivos para infección por Covid-19.

Yo al ser un personal de riesgo sabía que tenía que hacer todo lo posible para no infectarme, y las medidas que tomé fueron el cuidado muy escrupuloso al tener contacto con los pacientes, siempre usar las máscaras, en caso de tener una ocasión de emergencia o crisis con los pacientes equiparme bien antes de entrar en contacto con ellos, y antes de salir del hospital siempre ducharme. Mi esposa es farmacéutica y también tomamos la medida de tener alcohol glicerinado en la casa y uno de uso personal. Cuando llego a casa quitarme los zapatos y la chaqueta. Aunque igual al hospital no iba con la misma ropa de calle sino con batas del hospital. Y siempre el lavado de manos junto con no circular con los zapatos dentro de casa.

La verdad es que las sensaciones son bastante dispares. Muchas veces son de frustración de ver tantos pacientes y con el tiempo ir viendo jóvenes que parecían estar bien y luego fallecían, verse reflejado en todas esas personas que se deterioraban y también fallecían, sabiendo que tenían familias y sueños por delante; y saber que es porque no estuvimos preparados a tiempo. Pero también hay gente que te da los agradecimientos y salen a los balcones a aplaudir, eso genera una sensación agradable. Pero hay muchas más, la única que no tenemos es el sentimiento de triunfalismo, ya que la situación todavía puede volverse a ver y puede haber más olas de infección, o volver a tener tantos pacientes como los que teníamos antes en la primera semana de abril. Ahora bien, aunque pueda ser posible para otros, personalmente no he sentido rechazo por ser personal médico. De hecho, muchas veces es más el apoyo y gratitud por gente allegada o familiares y vecinos.

Por ahora la parte médica es la única que estamos viendo. La parte económica es lo que viene después. La proyección que hay es que será una crisis peor que la del 2007. Con más pérdida de puestos de trabajo. Todo el que lleva un negocio abierto y tiene 2 meses sin abrirlo tiene que volver a empezar prácticamente. Lo otro es que el gobierno no puede asumir todos esos despidos y la gente desempleada. Esta parte económica aún no se está reflejando del todo, pero se verá. También hay que pensar en el verano próximo, habrá poco turismo, una de las principales fuentes de la economía española. Esos negocios como bares que aquí llamamos chiringuitos estarán cerrados. Estos y otros aspectos que dependen del turismo también se verán afectados.


La gente tiene que tener conciencia de la responsabilidad como individuo que tiene que tener en esta pandemia. No es una responsabilidad ni de los gobernantes ni de los sistemas sanitarios, sino que de cada uno de nosotros. Hay que saber que si yo no voy a sufrir la forma severa de la enfermedad habrá quienes sí lo harán, como alguien más vulnerable o de más edad, que pueden pasarlo muy mal. Yo tengo compañeros que han resultado positivos para la enfermedad y no presentan ningún síntoma, entonces lo que tú tienes que pensar es que puedes afectar a alguien de tu familia o un ser querido. No debemos pensar como individuo, sino como sociedad y llevar la responsabilidad de intentar no contagiarte y no contagiar a nadie.


Esta pandemia al que no le haya dejado ninguna enseñanza es porque no quiere aprender, porque este virus nos va a cambiar la vida como la conocemos. Todo no volverá a ser igual sino hasta después de mucho tiempo. Tendremos que convivir con el virus y aprender a trabajar en equipo. También a aprender a adelantar y tomar las medidas con consciencia y a tiempo. Hay muchas cosas para aprender de esta pandemia, no solo del punto de vista médico, sino desde el punto de vista de una sociedad. Cada uno tiene que ir sacando conclusiones de lo vivido.



Ivan Dario Gomez Ramirez, especializado en Anestesiologia, Reanimación y Terapia del Dolor, fellow en Anestesia Cardiovascular y Toracica

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